9.- Ecológicamente prudente
La mayor causa de la degradación medioambiental, incluyendo el efecto invernadero, la contaminación del agua, y la pérdida de la tierra cultivable y el humus, por ejemplo, puede encontrar su origen en la explotación de los animales. Este mismo modelo existe a lo largo del ancho rango de problemas medioambientales, desde la lluvia ácida y la acumulación de residuos tóxicos en el mar, a la contaminación del aire y la destrucción del hábitat natural. En todos estos casos, actuar para proteger a los animales afectados (quienes, después de todo, son los primeros en sufrir y morir de esas enfermedades medioambientales), es actuar para proteger la tierra.
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