Siento que el progreso espiritual nos demanda que dejemos de matar y comer a nuestros hermanos, criaturas de Dios y solo para satisfacer nuestros pervertidos y sensuales apetitos.La supremacía del hombre sobre el animal debería demostrarse cuidándolos, protegiéndolos y amándolos.
No comer carne constituye sin la menor duda una gran ayuda para la evolución y paz de nuestro espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario